LUDOPATÍAS
Ludopatias

El juego como actividad lúdica es una de las actividades más frecuentes entre las personas, permitiendo disfrutar o entretener determinados períodos de tiempo de forma que el que la realiza considera que está realizando actividades que le causan placer. En nuestra sociedad se pueden distinguir dos tipos diferentes de juego en función de la presencia o no de incentivos económicos directos por su realización. Juego como pasatiempo en sí mismo, y luego como procedimiento para arriesgar algún bien. Es este segundo tipo de juego el que ha facilitado la aparición de conductas problemáticas, lo que se conoce con el nombre de ludopatía. El jugador patológico se caracteriza por una dependencia emocional del juego, una pérdida de control con respecto a éste y una interferencia con el funcionamiento normal de la vida cotidiana.


En el juego patológico, al igual que en otras adicciones, existe un síndrome de abstinencia particular, caracterizado por la siguiente sintomatología: ansiedad, agitación y depresión, irritabilidad, inquietud, pobre concentración y pensamientos obsesivos. También se describen algunos síntomas a nivel físico, como, escalofríos, sudoración, calambres musculares y trastornos gastrointestinales y síntomas similares a los de la gripe.


El juego patológico es un hábito de conducta en el que se experimenta:

  1. Pérdida de control voluntario.
  2. Frecuencia de juego y/o inversión en tiempo y dinero extraordinariamente alta.
  3. Fuerte dependencia psicológica.
  4. Apuesta de una cantidad de dinero superior a la planeada
  5. Pérdida de interés por otras actividades gratificantes.
  6. Pensamientos recurrentes y deseo compulsivo de jugar, sobre todo cuando han perdido.
  7. Necesidad subjetiva de jugar para recuperar el dinero y fracaso reiterado en el intento de resistir el impulso de jugar
  8. Interferencia grave en la vida cotidiana.

Los criterios diagnósticos que se valoran a la hora de determinar esta adicción son, entre otros:
  1. Progresión en las cantidades y en el tiempo que se dedican al juego.
  2. Preocupación sistemática por todo lo relacionado con el juego.
  3. Intolerancia a las pérdidas e indiferencia a las consecuencias.

Las variables por las que se detecta este tipo de adicción son:
  • Económicas: Gasta más dinero de lo planeado, apuesta para recuperar lo perdido, juega incluso cuando se ha perdido.
  • Cognitivas: Negación o minimización del problema, ilusión de control de la situación, recuerdos selectivos de ganancias, olvido de la consecuencias negativas, subestimación de las pérdidas.
  • Daño causado: malestar general familiar, ruptura familiar, excesivo consumo de alcohol, situación económica apurada, robos y estafas, incumplimiento de responsabilidades laborales, disminución de relaciones sociales, problemas con la justicia.


Según la Asociación Americana de Psiquiatría, el juego patológico "es una enfermedad adictiva en la que el sujeto es empujado por un abrumador e incontrolable impulso de jugar, el impulso persiste y progresa en intensidad y urgencia, consumiendo cada vez más tiempo, energía y recursos emocionales y materiales de que dispone el individuo. Finalmente, invade, socava y a menudo destruye todo lo que es significativo en la vida de la persona".

Rover Custer, determina una serie de patrones y de fases durante la vida del jugador patológico:

  • Fase de ganancia: Los episodios de ganancia generan una mayor excitación por el juego. El jugador social se para en esta fase, el jugador patológico se cree excepcional y aumentan sus expectativas, con lo que continúa jugando.
  • Fase de pérdida: Hay una actitud excesivamente optimista y se aumentan las cantidades invertidas en el juego, se comienza a jugar solo, se pide dinero prestado, empiezan las consecuencias negativas.
  • Fase de desesperación: Aparecen las treguas de autoconvencimiento, por ejemplo: "ya llevo dos semanas sin jugar, no soy un ludópata". Surge el pánico por las deudas no devueltas, La irritabilidad y la hipersensibilidad aumentan.
  • Fase de desesperanza: Hay un claro abandono personal, signos claros de depresión y puede aparecer la comisión de delitos.


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